¿De qué hablamos cuándo hablamos de diseño de interior?

¿De qué hablamos cuándo hablamos de diseño de interior?

Cuándo hablamos de diseño de interior nos referimos al arte de poder proyectar en aquellos ambientes que aún no hay un diseño, o que necesita ser rediseñado. Como característica fundamental es importante equilibrar la funcionalidad y la libertad, usar el espacio sin caer en modas pasajeras. Utilizando siempre diferentes inspiraciones que servirán como base para dar lugar a lo creativo. Aprovechando al máximo las posibilidades del espacio que tenemos. Para esto tendremos en cuenta muchas variantes como son los colores, las distancias, las formas, las líneas, las texturas, estos son los elementos que le darán un aspecto u otro a cada ambiente.

Hay que conocer bien el emplazamiento dónde uno va a intervenir. Bocetando en principio las primeras ideas, borradores 3d, y hasta el momento de la maquetación final.

Los diferentes aspectos sociales, familiares y tecnológicos inciden en los diseños de los espacios que habitamos. Por eso es fundamental considerar todos estos aspectos a la hora de la creación. Conocer la naturaleza del encargo y que hay detrás de él para poder dar respuesta a cada cliente. Para el diseño de interior también es fundamental poder tener un buen criterio y sentido común, sobre todo en la elección de los materiales que utilizaremos.

En el diseño de interiores tenemos cómo principio importante el sentido de la armonía, unificar todos los elementos del diseño. El objetivo final es crear un espacio con unidad y sentido de ritmo. Repitiendo elementos balanceando todo lo largo de la habitación y añadiendo variedad, con el fin de que la habitación tenga su personalidad. Jugar con los elementos para poder obtener una mezcla ideal es la clave para un buen diseño.

Tips de tapicería

7 Consejos para la tapicería:

  1. La elección del tipo de tela

Al existir una muy amplia variedad de tramas para tapizar, es conveniente saber cuales de esas telas son las más indicadas. Generalmente es preferible fibras naturales, pues son resistentes y duraderas.

De todas ellas el algodón es el material más utilizado ya que es económico y fácil de combinar, por lo contrario otros como las sedas son más frágiles y requieres de muchos cuidados. La lana es también duradera pero cara.

Además y contrariamente de las telas para otros usos, en tapicería conviene elegir una tela que no venga en estado puro, es decir que lleve aproximadamente de un 10 a un 15% de material sintético, para que no se arrugue mucho, para que sea mas resistente al roce y se ensucie menos.

La micro fibra es la que destaca por que es muy fácil mantenerla y lavarla. Es también necesario comprobar que la tela no produzca bolitas con el paso del tiempo, y antes de comprar efectuar todas las consultas y dudas al vendedor u otro experto.

Como el trabajo de tapizar es muy tedioso y caro, para no gastar tiempo y dinero por demás, es necesario invertir en una buena tela, sin dejarse engañar por el grosor, ya que sino el mueble quedará bien por un corto tiempo, y pronto habrá que gastar nuevamente, contrariamente a un buen tejido, que durará muchos años sin mostrar el paso del tiempo.

  1. Lavado y conservación

Lo aconsejable es hacer buenas fundas para poder hacerlas limpiar a seco en una tintorería. Si el tapizado no se puede desenfundar, existen empresas que van a domicilio. No es conveniente exponer la tela mucho tiempo a la luz solar, ya que puede perder los colores fácilmente.

Es bueno también en este sentido consultar con el vendedor o un experto sobre la limpieza de cada tela en específico, ya que algunas pueden lavarse en máquina y otras no, algunas permiten el uso de blanqueadores, otras solo se pueden limpiar en seco, y si se utilizará plancha es conveniente conocer la temperatura conveniente.

Si se mancha el tapizado lo aconsejable es actuar lo más rápido posible, utilizando un trapo limpio y húmedo o espuma seca cuando el tejido no se pueda mojar.

  1. Cuidados

Evita las altas temperaturas. Evita ponerlo en lugares donde tenga contacto directo con fuentes de calor. La luz solar, estufas, radiadores pueden provocar que la pieza se decolore.

  1. Limpieza

No utilices aspiradoras para limpiar el tapizado. Eso podría extraer algunas fibras y deformar el sillón con el tiempo. Lo ideal es batir los almohadones y limpiarlos con un trapo seco o ligeramente húmedo.

  1. Humedad

Evita la humedad. Si se te volcó líquido, límpialo con papel. Déjalo secar naturalmente. No uses secadores de pelo, ya que podrían arruinar la tela.

  1. Peligros

Cuidado con objetos metálicos o punzantes. Como las llaves o botones, ya que pueden agujerear o rasgar el tapizado.

  1. Prohibido

No uses productos abrasivos. Al limpiar, no se recomienda que utilices jabones (abrasivos o no), aceites, barniz, solventes u otros productos típicos de limpieza.

Trucos para la limpieza de la tapicería

Trucos para la limpieza de la tapicería

Para empezar, revisa la etiqueta de tu sofá. Es importante conocer las instrucciones de limpieza que da el fabricante. En la etiqueta encontrarás un código o letra que te indica cómo limpiar la tela de tu sofá.

Lo más común es que encuentres algo parecido a esto:

“W”: Puedes usar agua
“S” o “P”: Sólo puedes usar limpiador a base de solvente y solo en seco.
“SW”: Puedes usar cualquiera de las opciones anteriores o vapor.
“X”: Si tiene una X mejor llévalo para que lo limpie un profesional. Sólo se pueden limpiar con aspirador.

Algunos sofás de tapicería pueden desenfundarse, pero si ese no es tu caso, aquí te traemos una serie de trucos que sirven para limpiar estos tejidos en muebles y sillas.

Habrá muchos sofás o sillas que no podrás desenfundar, por lo que tendrás que limpiarlos a mano. Comienza limpiando la parte más superficial del mueble con una aspiradora, llevándote con ella todo el polvo y los ácaros que estén sobre él. Si se trata de un sofá grande y no puedes llegar a todos los rincones con la aspiradora, puedes ayudarte de un cepillo.

Una vez hayas eliminado todo el polvo, comienza a limpiarlo con un poco de amoniaco diluido en agua templada. Humedece un paño en la mezcla y frota sobre toda la tapicería de arriba hacia abajo.

Cuando el mueble esté completamente seco podrás revisar si tiene alguna mancha. En ese caso, puedes utilizar un limpiamanchas convencional apto para tapicerías que encontrarás en las tiendas.

Lo mejor es que antes de utilizar cualquier limpieza de tapicerías pruebes en una pequeña parte del tejido poco visible para asegurarte de que no lo decolorará.

Limpieza con aspirador
En primer lugar debemos pasar el aspirador, para quitar las pequeñas motas de polvo, pelo o incluso migas de comida que pueda tener el sofá. Sabemos que habiendo niños o mascotas en casa, es muy probable que las tenga. Es importante que limpiemos, también con el aspirador, toda la zona alrededor del sofá, para no levantar todo ese polvo y que se vuelva a posar en él.

Con el cepillo específico para sofás de nuestro aspirador, pasaremos todo el sofá a fondo, haciendo especial hincapié en todas las esquinas y juntas que es donde más polvo se acumula.

Limpieza con productos específicos
Esta segunda fase podemos llevarla a cabo en caso de que el sofá tenga suciedad común que no se pueda quitar con el aspirador o manchas resistentes.
Si nuestro sofá tiene reposabrazos o cojines que pueden desenfundarse, lo primero que debemos hacer es retirarlos y quitar la funda. En cualquier caso esta funda se puede lavar en la lavadora con productos especiales para manchas resistentes (si las tiene).
Cómo limpiar la tapicería de un sofá según el tipo

Limpieza de la tapicería de un sofá desenfundable
En caso de tener un sofá al que se le pueden quitar todas las fundas, ¡llevamos mas de la mitad del proceso hecho!. En primer lugar sigue siempre las instrucciones del fabricante, ya que cada tapicería requiere de unos cuidados específicos en función de sus características.

Si tu sofá no tiene manchas difíciles, el lavado será muy sencillo y no hará falta aplicar ningún producto quitamanchas.

Para los casos en los que la tapicería del sofá tiene manchas resistentes, existe una amplia variedad de productos quitamanchas en el mercado que se pueden aplicar a los diferentes tipos de tapicerías.

Una vez que hemos aplicado estos productos (en caso de haber sido necesario), lava las fundas. Si se trata de un sofá pequeño o tienes una lavadora con suficiente capacidad, puedes lavarlas en casa; si no llévalas a la lavandería.

Truco: Si las colocamos en el sofá cuando aún les quede un poco de humedad, será mucho más fácil ajustarlas.

En caso de lavarlas en casa, es conveniente que las dejes secar al aire, ya que en la secadora podrían encoger; pero como hemos dicho al principio, ten siempre en cuenta las indicaciones del fabricante.

Limpieza de la tapicería de un sofá no desenfundable
Si la tapicería de tu sofá es fija, su limpieza es algo mas complicada y costosa, puedes intentarlo o llamar a un experto. De cualquier forma, estas son las formas en las que podrás limpiarlo:

Utilizando un limpiador en seco

Con este tipo de productos no es necesario el aclarado, justo lo que nos hace falta en caso de que la tapicería de nuestro sofá no se pueda quitar.

No dejes que la mancha se impregne en la tapicería. Cuanto antes la quites, más fácil resultará.

Estos limpiadores en seco funcionan mediante un principio de espuma activa, humedecerá la tela, pero una vez seco no se necesita aclarado.

Limpieza de manchas con productos naturales

Seguro que ya conoces algún remedio más con bicarbonato, uno de nuestros mayores aliados para la limpieza de manchas difíciles. ¿Cómo lo utilizamos para la limpieza del sofá?

1º. Hacemos una mezcla de agua y bicarbonato.

2º. Rociamos sobre la mancha.

3º. Lo dejamos actuar durante 10 minutos aproximadamente.

4º. Frotamos con cuidado sobre la mancha con un paño.

5º. Aclaramos con un paño húmedo.

Mobiliario de hoteles

Los establecimientos hoteleros necesitan muebles para hoteles de calidad y con un diseño elegante, sofisticado y duradero. La elección siempre va encaminada al disfrute y la comodidad del cliente, pero también a proyectar una imagen moderna, vanguardista y con estilo.

La especialización de este tipo de mobiliario no está reñida con su utilización en el hogar. Ya que como dijimos con anterioridad, el diseño de los mismos mejora cada día. Garantizándonos su larga duración, su calidad para el uso diario y su cuidada estética.

Contamos con años de experiencia en satisfacer al cliente, tenemos muebles para hoteles de larga durabilidad. La satisfacción del cliente es la base fundamental de nuestra filosofía. Ofrecemos atención personalizada y adaptada a tus necesidades.

¿Cómo elegir las telas para un buen tapizado?

Los 4 factores que hay que tener en cuenta a la hora de elegir una tela para tapizar el sofá son:

  1. Resistencia: está relacionada con los ciclos que soporta una tela al roce. Debemos fijarnos en que tenga una resistencia mínima de 25.000 ciclos, pero dependerá del uso que se le vaya a dar al sofá. Para un sofá de un uso intenso conviene que este número llegué hasta los 40.000 ciclos de resistencia o incluso más.
  2. Calidad: El algodón, el lino o el Jacquard, por ejemplo, son estupendos para tapizar, dado que son gruesos y, además de resistencia, ofrecen una variedad estética muy amplia. Existen otros tejidos como el terciopelo y la chenilla, también interesantes.

Existen multitud de telas que podemos seleccionar para tapizar nuestro sofá, uno de los tejidos que está más en boga en este momento es el terciopelo, es resistente, elegante y muy confortable. Por otra parte, también quedan muy bien los tejidos de textura tipo tweed o cheviot, que se adaptan al mueble perfectamente.

Cómo elegir tela para el sofá

  1. Textura: a nadie le gusta un sofá áspero. Este factor es muy importante para un sofá en el que es probable que se vaya a pasar tiempo sentado y/o tumbado. Además de estos aspectos, si quieres saber de verdad si tienes un tejido óptimo para tapizar o no, debes ver que al tensarlo no se deforme y no se produzcan aperturas en la trama del hilo.
  2. Limpieza: importante tener en cuenta cómo de resistente a las manchas es un tejido. El que vayas a escoger para tapizar el sofá ha de ser de fácil limpieza, aunque también será más o menos fundamental según el uso del sofá y si hay niños o mascotas en la casa. Lo mejor es que la tela se limpie fácilmente. Puede incorpora un sistema antimanchas pero debes saber que, las telas con tratamiento anti manchas suelen llevar bastante poliéster. Tenlo en cuenta porque lo ideal es utilizar fibras naturales o tejidos que den una sensación agradable al tacto, tipo linos y algodón.

Cuando hay niños o mascotas, se suele tapizar con polipiel o piel, que facilita el mantenimiento. También hay telas con un tratamiento de teflón, que repele la mayoría de líquidos con base de agua o aceite. Y en el caso de los gatos, la Alcántara, por ejemplo -o tejidos similares (microfibras)- ofrecen una gran resistencia a los arañazos de los gatos. Además, pesa muy poco, se puede teñir, es permeable al aire y se puede lavar en la lavadora. En este caso, lo más conveniente es buscar telas de alta resistencia a rasguños. Las lonas o lonetas son resistentes. También han de ser fáciles de lavar en casa. Las telas naturales mezcladas con fibras sintéticas tienen mayor resistencia.


Cuando nos planteamos tapizar el sofá o comprar uno entran en juego factores como el tamaño del sofá en sí y su diseño, también es fundamental su comodidad. ¿Y la tela? Elegir tejidos o telas para tapizar es una cuestión primordial que hará que nos sintamos cómodos pero también asegurará que el sofá se mantenga como el primer día durante muchos años. Estos consejos te ayudarán a elegir tela para el sofá, pero también para otros asientos como una butaca o chaise longue. Hay que tener en cuenta factores tan importantes como el color y la textura, la resistencia, calidad y su limpieza.

Cómo elegir tela para el sofá

La tela ha de ser apta para tapizar, ya que existen tejidos, como la seda natural, que no son apropiados porque no son resistentes. Para saber si una tela es válida para tapizar un sofá, hemos de mirar la etiqueta del tejido, donde viene el índice de abrasión, que indica el grado de resistencia del mismo. A partir de 15.000 ciclos Martindale, un tejido es apto para tapizar.

El índice Martindale lo obtiene una tela tras pasar el llamado test Martindale, que mide en ciclos la resistencia al roce que tienen los tejidos. En este test se frota con lija o lana el tejido, a una considerable presión y así se puede saber la cantidad de roces que aguantará. Cuantos más ciclos tenga una tela, más fuerte y resistente será.

Piel o tela. ¿Qué elijo para tapizar el sofá?
En el caso de la piel, el espesor es el que determina su calidad. Una piel más gruesa tiene un valor más alto porque es más resistente al desgarro y al impacto. Se limpia fácilmente. Por otra parte, la tela siempre es considerada más confortable y cálida que la piel. Los tejidos más usados para tapizar son chinilla, microfibras, tejidos de algodón (el rey de las telas) y linos. Hay materiales innovadores que repelen las manchas y tratamientos que se incorporan a otros tejidos naturales para conseguir una mayor duración.

Las telas más usadas para tapizar el sofá y sus características

Ya hemos visto que la mejor tela es la que ese adapta a las características concretas de cada persona. Pero hay unos tejidos más recurrentes que otros. ¿Quieres saber cuáles? Puede que te ayude a elegir tela para tu sofá:

  • Algodón. Es una fibra natural con gran resistencia al rasgado, es flexible, fresca y confortable. Olvídate de la electricidad estática con las fibras naturales. En muchas ocasiones encontrarás algodón sanforizado, que es un proceso al que se somete el tejido que hace que no encoja. El algodón se arruga, casi como cualquier tejido natural.
  • Lino. Es una fibra natural y respetuosa con el medio ambiente. Controla bien la humedad y es confortable al tacto. Se arruga bastante, aunque para muchos ese es uno de los encantos de su naturalidad. También hay linos que incorporan tratamiento anti arrugas.

Cómo elegir tela para el sofá

  • Loneta. Es un tejido de algodón resistente y grueso. Aguanta bien el desgaste y no se arruga.
  • Chenilla. Suele ser mezcla de poliéster, acrílicos y algodón. Es agradable al tacto, no se arruga y es un tejido cálido. Es muy demandada por su buena relación calidad-precio.
  • Terciopelo. Es suave, sofisticado y elegante. Es tendencia. Más delicado que los anteriores.
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