Sobre la espumación HR

Sobre la espumación HR

Llamamos colchones de Espumación HR a aquellos que cuentan con 25 kilogramos o más.

Llamamos densidad de una espuma a su peso total en cada metro cúbico (sabiendo que metro cúbico es una unidad de medida del volumen de un objeto). Os podéis imaginar que si un fabricante utiliza más material por metro cúbico para fabricar un colchón, que para fabricar otro, lo hace para conseguir más calidad final y su precio debe ser mayor.

Por su parte, los colchones de espumación HR pueden estar formados por espumas de distintas densidades. Según las zonas de su superficie y por millones de burbujas que permiten crear colchones de gran firmeza y durabilidad. A diferencia de las antiguas espumaciones, la espumación HR posee mayor transpirabilidad. Además, ofrecen una mayor resistencia al envejecimiento, a la humedad y a temperaturas elevadas. Los colchones elaborados mediante espumación HR se caracterizan por su firmeza.

El término High Resilience o espumación HR (Alta Resiliencia), se utiliza principalmente en el sector del descanso para denominar a las espumas utilizadas para la fabricación de colchones a partir del Isocianato.

La importancia de elegir bien cada elemento y la forma de trabajarlo

Cuando pensamos en fabricar un producto, debemos de tener en cuenta varios factores:

¿Qué destino tiene? ¿Uso doméstico o Contract?

Aunque parezca mentira, la forma de fabricar un producto destinado al sector del contract es totalmente distinta a la del producto que se destina a uso doméstico. El mobiliario destinado al Contract tiene una vida mucho mas corta que el destinado al hogar y pese a que parezca una contradicción, el mobiliario dedicado al contract tienen que ser mucho mas reforzado y resistente y cumplir unas normativas que no son necesarias en el sector del hogar. Es por esto que cuando las cadenas hoteleras compran productos a fabricantes especializados en mueble de hogar, la vida útil de ese mobiliario es
muy inferior a la de un producto especializado.
Una vez hemos definido el destino de las piezas, hay que definir su ubicación en las instalaciones, me explicaré: no es lo mismo fabricar una silla de habitación que una silla para restaurante de un hotel, no es lo mismo hacer un sofá o una butaca para un lobby que hacer una butaca para una habitación. Una silla que se destina a un restaurante de un hotel que sirva solo desayunos, tienen una media de uso de 2,5 horas al día, mientras que las sillas que se instalan en las habitaciones no llega a los 5 minutos de media. Esto nos indica que la silla del restaurante sufre un uso mas intenso y debe de estar mucho mas reforzada y fabricarse con materiales mas duros.
El 75% de las sillas y butacas que se utilizan en el sector del contract, están fabricadas con estructuras de madera y el 25% restante con moldes de inyección. Cuando fabricamos con estructuras de madera es muy importante elegir muy bien los materiales, no todas las maderas sirven para lo mismo ni tienen las mismas reacciones. Nuestra empresa con los años ha realizado unos estándares de calidad mínimos que debemos de cumplir para garantizar nuestros productos durante 5 años.
La madera que utilizamos para fabricar nuestras estructuras proviene de campos de cultivo especializados y básicamente utilizamos madera de roble y haya para estructuras de sillas y butacas y pino de Sória (pino de
alta calidad para fabricación de muebles) para sofás y bancadas. La madera no sirve en cualquier estado, debemos de trabajar la madera sólo a partir del momento es que el grado de humedad que tenga esté entre el 9 y el 11%. Si la trabajamos a mayor humedad, los muebles posteriormente se desencajarán y si la trabajamos a menor humedad, con un golpe seco podemos partir la estructura. Es muy importante también, no fabricar estructuras con dos maderas distintas, ya que la reacción de cada una de ellas no es la misma y puede propiciar el descuadre y rotura de las estructuras.
Las gomas a utilizar para cada ambiente se definen según el uso del producto, volviendo al caso anterior, el asiento de una silla de restaurante, debemos de tratarlo con una goma de 35-40 kg para que tenga una vida útil de unos 8-10 años, mientras que la goma del asiento de una silla para las habitaciones puede ser perfectamente de 25-30 kg.
Una vez definidos los materiales a utilizar, es muy importante la forma y manera de trabajarlos. Hoy tendremos la oportunidad de ver físicamente dos tipos de armazones de sillas y butacas, trabajados de maneras distintas y vosotros mismos podréis ver las diferencias.

El mobiliario de inyección: el mobiliario de inyección es aparentemente el de mayor garantía. Los productos de inyección tienen una garantía de deterioro de 20 años, pero no todo es lo que parece… Los productos de inyección están realizados a una dureza de entre 55 y 60 kg con terminación dura, esto quiere decir que no se deforman, pero que a su vez, no son muy confortables.
Por otro lado, los productos de inyección presentan grandes complicaciones a la hora de tapizarlos, ya que no disponen de estructura blanda para fijar la tapicería. Esto lleva a que el 90% de las tapicerías que trabajan el mueble inyectado terminen encolando las telas sobre la espuma inyectada, lo que es un gran error, ya que las telas no vienen preparadas para ser encoladas y a los pocos días del uso, las colas se desprenden y la tapicería termina arrugándose como si la butaca fuese vieja. Es muy complicado trabajar las estructuras de inyección y no todo el mundo puede hacerlo, por eso los tapiceros que trabajan la inyección, han querido recuperar aquel eslogan de “la arruga viste”, pero en tapicería, la arruga viste en la piel, pero en la tela, muestra un mal trabajo del tapicero.
Cada elemento tiene su forma de construirse y un porqué, cada elemento tiene una forma de tapizarse y un porqué y cada elemento tienen un tejido a usar y un por qué… NO TODO SIRVE PARA TODO.

Usos del Poliuretano reciclado

Usos del Poliuretano reciclado

Cuando el poliuretano finaliza su vida útil, pasadas varias décadas, se convierte en residuo junto a otros materiales de construcción. Los desechos de espuma de poliuretano de aislantes en forma de paneles sándwich y planchas se pueden moler y reprocesar. Se obtienen así otros paneles de alta densidad, que sustituyen a la madera ofreciendo mayor duración y resistencia.

Usos del poliuretano reciclado

Estos desechos también sirven para obtener material aislante de relleno en la construcción, si bien cabe señalar que la tendencia a usar materiales prefabricados de poliuretano reduce la generación de residuos durante la instalación. Por otro lado, los objetos de uso doméstico como colchones o sofás también son reciclables, debiéndose depositar en un punto limpio para su correcto procesamiento.

En resumen, los usos del poliuretano reciclado son múltiples, aportando ligereza, durabilidad y solidez.

¿Qué se puede fabricar con poliuretano reciclado?

Con la espuma de poliuretano reciclado se obtienen todo tipo de objetos de uso cotidiano: desde suelas de zapato a calzado deportivo, ropa, asientos de coches, colchones, cojines, colchonetas, moquetas, mobiliario de baño, encimeras de cocina, puertas, tabiques, ventanas y hasta tablas de surf. También es muy empleado en la industria del transporte, tanto en diferentes elementos de camiones como en trenes de alta velocidad, proporcionando resistencia con un peso muy ligero.

Pero, una de las grandes aportaciones del poliuretano reciclado es la elaboración de nuevos materiales para la construcción. Con la incorporación de la espuma rígida de poliuretano tratada a yesos y otros productos, se mejoran las prestaciones de aislamiento termo acústico del material final.

POLIURETANO Y RESIDUOS

También sirve para crear nuevos aislamientos de suelos, tras ser molidos los restos y tratados con varios aditivos y celulosa. Además, es una excelente opción para superficies de patios de recreo y centros deportivos. Otra manera común de dar salida a los residuos de poliuretano es reciclarlo para  fabricar el embalaje de otros productos de aislamiento.

Por otra parte, como alternativa al reciclaje mecánico se encuentra el reciclado químico que, si bien es más costoso, permite obtener plástico de mucha calidad. Consiste en descomponer el poliuretano a través de distintos procesos —hidrólisis, aminólisis y glicólisis, siendo el más frecuente a día de hoy este último— para conseguir polioles verdes con los que fabricar nuevos plásticos.

Si no es posible el reciclado de poliuretano, la mejor opción es la recuperación de energía. Así, resulta muy útil como materia prima en incineradoras que generan electricidad, y también para producir calor para edificios y procesos industriales.

Usos del poliuretano reciclado 

Reciclaje de poliuretano: un compromiso con la sostenibilidad

El poliuretano es un material respetuoso con el medio ambiente, puesto que tiene un impacto ambiental muy reducido. Por su gran durabilidad y su baja conductividad térmica es el mejor aislante térmico, convirtiéndose en un aliado imprescindible para la eficiencia energética. Colabora en el ahorro de energía, de recursos y, por tanto, de emisiones. De hecho, el poliuretano permite ahorrar más de cien veces la energía que se necesita para su producción.

El reciclaje de poliuretano es una apuesta por la economía circular con el que se cierra el ciclo de vida de los residuos al convertirlos en nuevas materias primas con las que fabricar productos. Además, con el proceso de reciclado se conservan la calidad y las propiedades, dando lugar a materias primas con las mismas prestaciones que las originales.

Razones por las que el poliuretano es reciclable y sostenible

El poliuretano es un material que se obtiene de la reacción química de dos elementos, el poliol y el isocianato. La espuma resultante es un producto muy versátil, que se utiliza en muebles, colchones, calzado, dispositivos médicos, molduras… aportando durabilidad y ligereza en todos los casos. También es inestimable su aporte para mejorar la eficiencia energética de edificaciones de viviendas e industriales, dada su excelente capacidad aislante, así como en el aislamiento de cámaras y vehículos frigoríficos. Permite, por tanto, lograr edificaciones más sostenibles.

Pero, además, el propio poliuretano es sostenible: su obtención produce una cantidad muy reducida de emisiones de CO2, por lo que su impacto ambiental es reducido. Si a esto se suma que con su aplicación como aislante evita muchísima más de las que genera, estamos sin duda ante un material sostenible. 

Por otro lado, buena parte de la materia prima que se emplea para fabricar espuma aislante de poliuretano procede del reciclado químico de residuos de poliuretano: esto es, la conversión química de poliuretanos para producir polioles y así conseguir aplicaciones de segunda vida. De esta forma, cerca del 30% de los polioles utilizados para obtener espuma de poliuretano rígida puede proceder de este reciclado, sin ver afectadas en absoluto sus prestaciones.

¿Qué objetos se fabrican con poliuretano reciclado?

A todo esto hay que sumar que el poliuretano es reciclable, así como la espuma de poliuretano. De hecho, el poliuretano reciclado está presente en productos de usos muy distintos y en múltiples sectores. Sus residuos, una vez molidos y vueltos a procesar, permiten fabricar paneles de alta densidad que sustituyen a la madera y su aglomerado. La ventaja frente a esta es que al poliuretano, al ser un material inerte, no le afectan la humedad ni los microorganismos, y es imputrescible.

También podemos encontrar poliuretano reciclado en perfiles de ventanas y puertas, en tabiques, en mobiliario de baño, en encimeras y muebles de cocina, en barcos, camiones, caravanas y trenes. Además, sirve para fabricar suelos de instalaciones deportivas, colchonetas hidropónicas y medios de flotabilidad.

¿Qué objetos de poliuretano se pueden reciclar?

El poliuretano se recicla en centros de reciclaje autorizados, por lo que no debe depositarse en otros lugares.  

El acero de los paneles sándwich es un recurso valioso y que se puede reciclar sin límite. Además, la espuma se puede reciclar en plantas de reciclado de neveras. Otro ejemplo muy frecuente de reciclaje de poliuretano es la transformación de los restos empleados en los asientos de automóviles para dar forma a camas, moquetas y cojines para sillones o sofás. Además, el poliuretano del parachoques se puede tratar para convertirlo en nuevo material aislante. El poliuretano es reciclable también en forma de material de embalaje para productos de construcción.

Para gestionar de la mejor manera los residuos de poliuretano es necesario contemplar el reciclado, la recuperación y la generación de energía. Además, hay que valorar que la durabilidad de los elementos aislantes hechos con poliuretano permiten su reutilización, que no es otra cosa que renovarlos sin necesidad de sustituirlos.

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