Conocida por sus tonalidades claras y su excelente comportamiento ante todo tipo de acabados, el haya es una madera de especie frondosa, dura y pesada. Su dureza es tal que antiguamente se utilizaba en minería para confeccionar raíles antes de que se introdujera el hierro fundido. En los siglos XVIII y XIX también fue muy apreciada en el campo de la ebanistería para la elaboración de muebles, suelos, puertas o incluso cuencos.

Se trata de un árbol con gran porte que puede alcanzar los 40 metros
y vivir hasta 300 años. Además, es una especie muy apreciada para la silvicultura, ya que puede crecer en ambientes muy diversos. Desde hace unos 50 años es una de las especies más utilizadas para las repoblaciones, especialmente en el norte de Europa.

De nombre científico Fagus sylvatica, la madera de este árbol caducifolio es semidura, y su color es crema pálido, si bien puede variar del tono blanquecino al marrón. Con el tiempo, la madera de haya natural adquiere cierta tonalidad rojiza, aunque sigue conservando su esencia blanquecina.

De gran dureza y elegancia, la madera de haya tiene una textura uniforme, y la finura de su grano permite un pulido muy delicado. Además, la elegancia de sus anillos formando dibujos irregulares hace que sea una madera de gran belleza y distinción.

Estas destacables cualidades hacen que en Medis d’Ara utilicemos haya para la elaboración de una amplia gama de productos de gran calidad, como son la mayoría de nuestras sillas, butacas y sofás.

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